Desde el blog de Diana Pornoterrorista
la ciencia del pánico
Isa (Isabel Otaduy) murió este verano. Era amiga de Majo, por eso supe de ella, de su lucha contra una de las mentiras más grandes de la historia, de su tenacidad y valor para llegar a la verdad, de su enfermedad y de su final. Estaba realizando un documental que posiblemente cambiará por completo la visión general sobre el VIH y el SIDA. Ya hay algunos otros documentales que levantan ampollas, como House of numbers, Sida: realidad o fraude, o Sida, la duda (parte 1, parte 2).
Estos HIJOS DE PUTA han estado envenenando gente desde hace más de 30 años. Para qué? Bueno, principalmente para llenarse los bolsillos, causa innoble pero no tan sucia como la de un exterminio selectivo. Porque esa es la otra motivación principal: de qué forma podemos quitarnos de en medio a los yonkis, a los maricones, a las putas? Muy sencillo, vamos a inventarnos una enfermedad que para detectarla baste con un análisis de sangre en el que puede dar positivo una persona que en ese momento tenga las defensas bajas por cualquier motivo, luego vamos a darle una medicación fulminante (que de paso servirá para convertir sus cuerpos en laboratorios vivientes) y la muerte está servida.
No es el SIDA lo que ha matado tanta gente (ni el VIH, que ni siquiera es un virus, sino un retrovirus), el la jodida porquería humana, los ricos sin escrúpulos de siempre, los mismos que quemaban brujas en la Edad Media, los mismos que lanzaron la bomba de Hiroshima, los amos y señores del universo, misma mierda distintos trajes.
Esto es un fragmento (y un adelanto) del documental que Isa estaba montando junto a Patrizia Monzani cuando falleció.
Y el testimonio directo de ella, una mujer admirable que nos trae un poco de luz, incluso después de muerta.
Y aquí su blog, replanteando sida, donde podéis encontrar más testimonio y muchísima información.
Gracias por la difusión, chicas, realmente creo que hay que esparcirlo, dejar que la verdad sea el único virus en todo este asunto.
ResponderEliminarUn abrazo,
Diana