Pronunciamiento
El Movimiento Nacional de Trabajadoras Sexuales del Perú manifiesta a la opinión pública:
Que el domingo 23 de enero en la ciudad de Cajamarca, un articulado conjunto de ronderos urbanos impusieron una jornada de terror y casería de brujas a un grupo de trabajadoras sexuales, quienes sufrieron el ataque y atropello a sus Derechos Humanos y Constitucionales al mismo estilo de la época del terrorismo; Lo que agrava el hecho es que en estos repudiables actos se contó con la participación de policías, serenazgos y la fiscalía de la Región. (Adjuntamos videos probatorios)
El Movimiento de Trabajadoras Sexuales ante estos hechos inaceptables, expresa que el trabajo sexual NO ES UN DELITO y está consagrada en nuestra CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ (1993). Capítulo I. Derechos Fundamentales de la Persona. Artículo 2°: “Toda persona tiene derecho: A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre bienestar (…) A la igualdad ante la Ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquier otra índole.
Si son delitos contemplados en nuestro código penal vigente, el abuso de autoridad (decreto legislativo Nº 635 Sección I, artículos 376, 377), ir en contra de la intimidad de las personas (incisos 3 y 11 del artículo 152° del Código Penal), tortura (artículo 321° del Código Penal vigente), proxenetismo(artículo 181), trata de personas (artículo 182). Es decir todo lo que tiene que ver con la explotación sexual a menores de edad, nada justifica la violencia y mucho menos arremeter contra las trabajadoras sexuales argumentando falta de licencia de un local.
Nuestros Derechos sexuales nos permiten elegir con quien nos relacionamos sexualmente, viviendo una sexualidad libre de discriminación, coacción y violencia.
Por lo tanto la DISCRIMINACIÓN hacia el TRABAJO SEXUAL y la VIOLENCIA INSTITUCIONAL solo responde a posturas moralistas, religiosos, prejuicios, estereotipos y ejercicio de poder. Cajamarca no es tierra de nadie, es parte de nuestro país y por lo mismo tiene que sujetarse a las leyes vigentes, el mencionarnos como “gente de dudosa categoría” ó “lacras sociales” incitan al odio contra nosotras, estas vejaciones emocionales y físicas, son atropellos a nuestros derechos que no pueden quedar impunes. Es indispensable que nuestras autoridades intervengan sobre estos hechos, hacemos un llamado de atención al Presidente de la República, al Ministro del interior, así como el pronunciamiento de los candidatos que pretenden llegar al sillón presidencial, no es posible que estas actitudes violentas y enfermizas primen, haciéndonos ver como un país troglodita, en un escenario de desprotección y en retroceso en relación a Los Derechos Humanos, los mismos que son un compromiso del estado ante todos los Peruanos y el mundo.
Debemos pensar y actuar como seres del milenio, liberados de los traumas sexuales y ver el ejercicio de nuestra sexualidad como una necesidad natural y necesaria del ser humano.
Las Trabajadoras sexuales del Perú denunciamos ante el mundo este abuso sistemático que se viene cometiendo en contra de nosotras, así como a los dirigentes de las RONDAS URBANAS, autoridades POLICIALES, MUNICIPALES que participaron en este acto insano y ante la cómplice indiferencia de la fiscalía que no prestó las garantías del caso a las trabajadoras sexuales.
Nosotras somos seres humanos valiosas y realizamos un trabajo digno brindando un servicio sexual en un país en democracia.
“TRABAJADORAS SEXUALES DEL PERU EN LUCHA FRONTAL CONTRA EL ABUSO, LA VIOLENCIA Y LOS DELITOS DE CORRUPCION DE AUTORIDADES “
Movimiento de Trabajadoras Sexuales del Perú
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